Para el fin de año del 2011 mi mejor amiga y yo viajamos a Perú a turistear de medio mochileras por algunos de los lugares más populares de la región. En años anteriores ya habíamos ido a Cuzco y a Machu Picchu así que ésta vez decidimos bajar de las montañas e irnos al desierto. Pasamos por muchos lugares, incluyendo Nazca, Paracas, Caral e Ica, y precisamente ahí, en Ica, nos dijeron que cerca había un oasis, así que sin pensarlo dos veces y armadas cada una de unos buenos zapatos, ropa ligera, una maletica y una cámara compacta (y prácticamente nulos conocimientos de fotografía), nos fuimos al único oasis de Latinoamérica que queda en el desierto de la Huacachina. Es un lugar precioso en donde no sólo la vista es magnífica sino que es un sitio perfecto para practicar deportes extremos, como sandboard y booggies. Como es de esperar, nosotras hicimos todos estos deportes extremos y felices, nos llenamos de arena hasta las orejas. Tomamos fotos y videos de la experiencia pero lastimosamente, en esta salida mi cámara se llevó la peor parte; se llenó de arena por dentro así que para cuando llegó el atardecer en el desierto no pude tomar fotos. Lo bueno es que antes que eso sucediera, ya había llenado casi toda la memoria así que no fue tan triste mi pérdida. Les presento entonces, el desierto de la Huacachina y su oasis.
Muy buen relato y muy buenas fotos. Dan ganas de preparar viaje y salir inmediatamente. Excelente la última foto ( muy buen autorretrato).
Muchas gracias Alejandro, en verdad es un lugar espectacular; ojalá vayas algún día, no te vas a arrepentir.
¡Que chevere Nana! ¿dices que tenías «nulos conceptos de fotografía? pues las fotos 5 y 6 dicen lo contrario. ¡maravilloso lugar! ¡quiero ir! gracias por compartir tu experiencia. ¡un abrazo!
Felicitaciones Nana, me gusta tu relato y la forma en que presentas tus fotografías.
T felicito, la 5, la 6 y la 3, bellísimas y con muy buena composición y bueno tu trabajo refleja un gusto hermoso por la fotografía!
Bonito relato y buen apoyo fotográfico…a mí también me dieron ganas de ir allí!